sábado, 15 de noviembre de 2008

Coraje

Hoy tomé coraje. Y eso que llovia. No se porqué asumí que si llueve no me podía pasar nada malo. Así que me tomé el colectivo. El viaje no es tan largo a la 2 menos veinte. Dude en bajarme en Primera Junta y tomar un taxi. Pero le gané a los miedos y seguí, un poco también porque para cuando me dí cuenta ya estaba lejos. Baje y miré atentamente a mi alrededor, no había mucha gente en la calles y las pocas almas transeúntes estaban muy apuradas por no mojarse. Pasé la primer cuadra, la más concurrida y le di fuego a un gordo que me pidió. Seguí de largo. Primer cuadra superada. La segunda estaba oscura y un tanto vacía. En esos momentos me pongo a pensar que si estuviera volviendo con un novio a casa me sentiría más segura. La pasé casi corriendo y con los pies empapados. Pero también gané, porque tenía zapatitos abiertos asi que el agua entraba, pero no se quedaba. Gol de media cancha. Seguí avanzando y llegué a Alberdi. Por primera vez en los diez meses que vivo acá me toco semáforo para cruzar apenas llegué a la esquina. Crucé, mientras veía acercarse a un grupo de muchachos que caminaban casi por medio de la calle. Me dió un poco de julepe. Pero cruzaron cuando terminé de llegar al otro lado de la vereda. Gol de chilena. Esa cuadra es muy corta e iluminada, pero me agarró el semáforo de Goyena. Nadie venía por ningún lado y cuando pasaron los dos autos que venían, me dispuse a cruzar. Llegué y bien. Muy contenta y segura. Tenía una sonrisa dibujada en el rostro. Nada me la podía quitar. A veces estar solo no es tan desahuciante y hasta es lo suficientemente reconfortante como para sonreir y sentirse feliz.
Entonces entré a casa y estaba todo bastante ordenado, un par de puchos en el cenicero fueron los recuerdos que dejaron mis amigas que estuvieron acá mientras yo no estaba. Y no me molestó. Abrí la heladera para ver si me habían dejado un milagro (o una coca) y encontré, para mi sorpresa Dos, sisi DOS en mayúsculas, heinekens de litro saludándome. Puede ser que no hayan lavado los vasos, pero no importaba, todo era demasiado. Es que cuando una está sola, en realidad no está tan sola. Y así me sentí. Completamente acompañada, aunque no estuvieran físicamente conmigo.
Abro los mails y una promo del banco me regalaba un par de entradas por lunes al cine. Gratis. ¿Puede pedirle uno algo más a la vida? Caminé sola bajo la lluvia. Literalmente sola porque no había nadie en la calle y me sentí genial. Abrí la heladera y había cervezas. Me regalan entradas para el cine.
No creo que el desahucie llegue a su fin. Pero hay tantas otras cosas que no podría haber disfrutado de la misma manera en compañía. No es cuestión de definir qué es mejor. Sino de estar bien con lo que uno tiene, lo demás se da solo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

esa es la actitud!!! y de verdad es mejor estar solo q mal acompañado.
te lo digo yo, q ahora se de verdad y puedo disfrutar de todo lo q gane estando sola (de pareja).
pero al lado de mis amigas q son LO MAS!!!

Anónimo dijo...

un no te lavamos los vasos, sorry amiga!

me gusto muchiiio



a pasitos de san juan y boedo antiguo

Paola Florio dijo...

Y pudiste hacer todo sola viste?
Es cuestión de actitud y de ver el vaso medio lleno, me alegro!

Un beso grande

Guadaesunserextraño dijo...

dejar a tus amigas en casa...hahahha! síndrome de la soledad acompañada!!
A mi no suelen dejarme ni el suspiro en la heladera!
Y puteo cuando quedan las luces prendidas...es que el departamwnto es grande y es facil olvidarse de apagar alguna!
Sí...que bueno que pudiste sola..yo a veces me doyu palmaditas con eso...lástima que los domingos me levanto chichuda...por eso tambien...
Yse me dá (como hoy) de arreglarme, perfumarme y caminar sin rumbo ...más o menos una hora....tranquila pero a veces con una pequeña bronca cruzandome la garganta....pero bue! Hoy no fue para tanto...me espera un Reci punk más tarde con Cadena Perpetua y expulsados..y terminaré mejor el fatídico domingo.

Pablo dijo...

la pucha, que suerte que tenes vos, muy bien narrada la historia, quizas deberias escribir cuentos o algo asi, yo tambien tengo julepe cuando salgo de manteca al techo y estoy a las 2 de la mañana a la deriva esperando el fucking 67

Tuky dijo...

Amén!!! me costó un par de meses pero la mayoría de mis días se transformaron en este descubrir cuánto puedo disfrutar de estar conmigo. Si yo no disfruto de estar conmigo ¿quien disfrutará de mi compañía?