jueves, 2 de junio de 2011

cortar por lo sano

No me importa deshacerme de una de las pocas (¿única?) personas con las que me puedo sentar en un bar y tomar algo y charlar por horas y horas... habiendo chateado por horas y horas, durante días y días. No me importa, me duele, muchísimo. Me duele porque no es fácil encontrar alguien así. Porque la gente, por lo general, me aburre. Porque compartimos ciertos gustos y cierto nivel exploratorio que me da ganas de seguir haciéndo esas cosas con "esa" persona. Porque la pasamos bien.
Pero si definimos los personajes, si decimos que yo alguna vez tuve una página para buscar novio, si tengo un blog para expresar toda mi frustración sobre lo difícil que es encontrar a alguien con quien compartir al menos un fragmento de tu vida-. No podés ser tan psyco que al día después de acostarte conmigo me llamás "amiga" y me contás sobre la chica que te gusta...
No podés, unilateralmente, elegir ser mi amigo... y después dar señales erróneas, como no dejarme pagar la cena, o quedarte a dormir, o decir que tenés el corazón roto por mi culpa...
Los amigos no tienen citas, los amigos pagan a medias.
Si, acepto la responsabilidad de no haberme nunca atrevido a emitir un "vos me gustás".
Y acepto haberme metido, sin que me invitaran, en el siniestro juego de inventar sonidos en los silencios.
Pero no quiero gastar más energías en esto. No quiero alimentar una relación que no va para ningún lado.
Quizás podríamos haberlo intentado y podríamos haber caído en la inevitable situación en la que ambos preferimos ser amigos...
Pero no lo intentamos.
Y si, insisto, yo debería haber dejado todo en claro mucho antes. Y si, yo me preste a dejar pasar mucho tiempo durar este "a ver que onda".
Pero me cansé.
Y digo basta. Y prefiero cortar por lo sano, antes que involucrarme en una falsa amistad.
Y ojala pudiera ser feliz por vos cuando consigas a alguien que te llene un poco... pero no puedo, porque estoy muy enojada conmigo, por dejarte jugar.