miércoles, 31 de diciembre de 2008

Lick a toad

No hay nada como "enamorarse" de alguien a quien apenas conocemos. Soñar despierto y creer que puede ser lo que estabamos buscando. Las personas a quienes no conocemos realmente son perfectas. No tienen fallas ni defectos. Y eso es porque, en realidad, no tienen nada. Todas las cualidades son agregadas por nosotros creando al "príncipe azul" que ante los ojos de los demás es sólo un sapo verde. El entusiasmo espiritual de anhelar un momento solos para poder conocerlo más, la emoción de verse y esperar que se convierta en lo que esperamos, es lo que nos hace levantarnos de la cama 5 minutos antes de que suene el despertador. La aventura de lo desconocido nos atrae de sobremanera. Y lo mejor de todo, la cereza del postre, es que si la respuesta es negativa no duele tanto. Porque todos sabemos que eso no es amor, que es una ilusión que sabemos puede terminar en la nada. Entonces no duele, porque si fuera realmente el príncipe azul estaría rendido a nuestros pies. Pero si no lo es, si resulta un sapo más del montón, seguiremos lamiendo sapos hasta encontrar uno que se convierta. Pero contentas de haber jugado a que quizás podría haber sido.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Ganas de más...

Un encuentro que enfilaba a tener sabor amargo, terminó siendo dulce. Una canción, un baile, un abrazo, unas miradas. Todo quedó en nada. No podía terminar de otra forma porque la situación no apuntaba para ese lado. Y me parece bien que así haya sido. Y lo más importante es que la pasé bien y no hice papelones.
Pero estas situaciones dejan muchas cosas. Me quedé llena de dudas. Es quizás eso lo que más odio de ser mujer: no poder dejar pasar las cosas sin preguntarme que fue lo que realmente pasó, qué se esconde detrás de cada palabra, qué fuerzas actuan entre nosotros.
¿Será sólo mi imaginación o mis ganas?
Me quedan millones de dudas, una por cada sentimiento cruzado que ni yo puedo terminar de entender. ¿será bondad?.
Entonces me pregunto:
Si te quedaste con algo en la punta de la lengua, algo boludo, que no recordabas y al día siguiente mandás un mail con eso que recordaste, ¿se supone que signifique algo? Entonces creo que la necesidad de compartir eso con la otra persona importa. y creo que me hace especial. Pero quizás para él fue solamente eso. Que no sea como muchos hombres que no recuerdan conversaciones inconclusas y que trate de terminarla no tiene porque significar que le pasa algo. Me quedo, así, con ganas de saber porqué.
Si algunos recuerdos evocan a "nuestra" época y no a otras, entonces tengo que creer que algo esta pasando. Aunque no sea así. Aunque es lógico evocar épocas que compartimos, había más gente con la que se compartieron otras cosas y sin embargo de eso no se habló. Me quedo, así, con ganas de saber que significaron ésas épocas. Y si significan algo ahora.
Si no le avisaste al dueño de casa que íbamos, aunque hubo más que buena onda, voy a pensar que jamás te importó nada más que el hecho de que fuéramos. Podría pensar que te colgaste o que te aclararon que estaba todo bien y no hizo falta avisar. Me quedo, así, con ganas de saber porqué.
Si bailamos de la mano y me tomáste de la cintura, aunque no haya quedado nadie más bailando, no trates de bailar con nadie más, voy a pensar que fue especial. Aunque sólo tengas ganás de bailar - lo que encima te suma puntos a favor, por buen bailarín-. Me quedo, así, prendida a tus manos, con las dudas de saber, si no hubieran cambiado la música, que podría haber pasado.

Y las ganas generan miedos, miedos de saber que las respuestas no son las que quiero creer que fueron. Miedo de que le den los papeles y se quede un año más afuera. Miedo de que no haya sido nada. No le tengo miedo a la nada, ya no me asusta tanto la soledad, sólo me da tristeza. Tristeza y cansancio. Cansancio de seguir generando esperanzas que nunca se concretan.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Balance #3.945.587

Esta es la época del año dónde todo el mundo comienza a hacer balances. Y no tengo nada de que quejarme. Tuve pálidas, como siempre, pero fueron opacadas por demasiadas cosas buenas y un gran optimismo que por momentos me asustaba.
Más allá de todo eso, me dispuse abrir este año de la mejor forma: abriéndome. Me dije: "este año, me pongo de novia". El viento no sopló a favor y me dió cómo resultado algunas ráfagas de felicidad, que luego se convirtieron en huracanes de desilución.
Y vino diciembre. La peor época del año para estar soltero. Nadie a quien besar bajo el muérdago, y un dejo de desdicha en las reuniones dónde los más nuevos se presentan felizmente casados y los más viejos, infelices, pero juntos.
No se bien cómo resumir éste año a nivel amoroso, cuando realmente no amé. Ni fui amada.
Es, entonces, ¿un balance negativo? ¿O un año más para la suma de fracasos?
Creo que el 2008 fue un año bisagra. Me permití todo tipo de sensaciones y maduré para decidir qué es lo que quiero y aprendí a decir que no (aunque todavía me falta perfeccionarlo un poco).
A veces aprender lo que uno quiere te hace salir a buscarlo desesperadamente y tratás de ver un dejo de color, ante un cuadro blanco y negro.
Todavía me falta aprender a relajarme y dejar las cosas ser. Aprender que por más que sepa, o crea saber, lo que quiero, eso no lo va a hacer aparecer, y que hay que darle tiempo al tiempo.
Aprendí a ser un poco más sincera y preferí exponerme a las respuestas negativas antes que seguir soñando despierta ante una incertidumbre borrascosa que sólo te hace sufrir. Y eso te trae paz y te deja estar bien. Pero la paz la acompaña el vacío, nuevamente. Y he aquí el resultado, un lugar dónde esparcir y compartir ésta desdicha, para saber que no estamos solos y que se puede y hay esperanza.
Si algo de todo lo que aprendí este año será aplicado el que viene, es que la felicidad es una decisión. Y que no se puede elegir siempre, pero sí la mayoría de las veces. Que a pesar de mis quejas y deseos de más, puedo estar contenta la mayor parte del tiempo, y que eso depende de mí. Que de alguna forma puedo transmitir felicidad a los otros o al menos acompañarlos en su tristeza sin tener ganas de matarme. Que me puedo levantar de la cama aunque mi cerebro me diga que lo mejor sería dormir hasta que todo pase. Que no tengo envidia, sino deseos propios, y me puedo alegrar por los triunfos ajenos sin sentir lástima de mi misma. Que todo cambia con un buen mate antes de salir de casa, mirar al cielo, respirar hondo y disfrutar la vida, aunque me canse.
Entonces concluyo que el 2009 es mio. Y más allá de las predicciones, más allá de que sea el año del chancho, el gallo de mar, la ballena de francia o de linterna verde, este año es mio y depende de mí, con alguna ayudita de las estrellas, que sea mejor que el 2008. Así que ahí vamos, por más.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Amor en mute

Ay cuántas veces he implorado tu nombre, y que tu ser venga a mi rescate y me encontré flotando en la nada misma.
Me da miedo perder nuestros esporádicos encuentros y dejar de compartirte para no verte jamás.
Tengo miedo a que me veas vulnerable y no compartas lo que siento.
Tal es el miedo que lo grito a viva voz, cuando nadie oye.
Pero ya te perdí el rastro hace tiempo, y no puedo dejar de pensarte. Ya borré...bueno, guardé un poco escondida, la última foto, para no tenerte tan presente. Pero volvés, no a mí, sino a mi mente. Y se me cierra la garganta. Hay tantas cosas que decir, tantas por preguntar, tantas por gritar y puteadas por proferir. Pero nada pasará.
Me autoprometo no callar, encontrarte y decirte todo lo que tengo para decir y no guardarlo nunca más, cueste lo que cueste. ¡Es que el silencio costó tanto!

Y entonces lo consigo. Concreto un encuentro furtivo con el hombre que me quita el sueño. Tomo coraje, y algo de alcohol, y me dejo llevar por la situación. En algún momento iré al baño. Me miraré al espejo para juntar coraje.
Entonces me convenzo que es mejor disfrutar el momento, que si la pasamos muy bien te vas a quedar y que ya tendremos más tiempo para decirnos esas cosas que pueden lastimar.

Y sigue pasando el tiempo, te vas para no volver y cómo si fuera arena, me quedo masticando esas palabras mudas, mudas y sordas, que jamás proferiré. Y así me quedo. Sola. Sin vos. Sin voz.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Esperando la carroza

Para tratar de salir de la apatía aparente de la soledad y encontrar algo mejor, hay que salir a buscar hombres. Buscar, porque quedándonos en casa comiendo pochoclo y llorándole a Meg Ryan, no va a aparecer nadie.
Entonces una sale, va a boliches y trata. Pero el bolichero sólo quiere "eso". Y con eso no me refiero al sexo, sino a la caza. Fué, molestó, insistió y ganó un número de teléfono al que jamás va a llamar.
Acabado el secundario y la facultad, las posibilidades se reducen a buscar en otros sitios.
Amigos de amigos: grave error. Siempre nos presentan a uno y una le pone ganas y sale a flote un rato hasta que se da cuenta que...los otros amigos estaban mejor, eran más simpáticos y había más química. Para éstos, sos "la chica de" y no te van a tocar un pelo. Y si lo hacen, peor, sos "la trolita" del grupo y la fila de monos está sacando número para tenerte.
Curso de idiomas: Sí, arrancás el cuatrimestre deseosa de ver caras nuevas con las que practicar el lenguaje del amor, francés, obvio. Y te encontrás con el grupo de señoras +50 cuyos hijos ya no viven en casa y no tienen nada mejor que hacer. El resto son nenes a los que mamá obligó a aprender un idioma y ni tienen ganas de estar ahí, molestan y la clase se vuelve tediosa.
Curso de teatro: ok nena, no entendés nada. Los actores tienen alto grado de egocentrismo y están desesperados por florecer en su carrera. No tienn tiempo para el amor, pero si para el sexo. Así que si buscás algo más, olvídalo. Y el que no coge como conejo es gay. No tengo nada contra ellos, pero necesito pareja, no más amigas.

Creo que lo mejor es ir a laburar de voluntario en un asilo de ancianos, esperando que alguna abuela orgullosa nos entregue un nieto.

O seguir así...Esperando la carroza.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Quedáte

Quedáte ésta vez, no me dejes sóla una vez más. No soporto que siempre te estés yendo y no me digas adónde. Quedáte y abramos otra botella y hablemos pavadas y que el sol nos encuentre desnudos en la madrugada. Abrazame, ya que nunca lo hiciste, esta vez, nada más. Quedáte porque es nuestra despedida y quiero que dure mucho. Recordemos, peliémosnos y reconciliemos el pasado con un beso. Dejáme besarte la frente y los pies, lavarte la cara y acariciarte el pelo, por última vez. Quedáte y explicame tu retirada. Decime la verdad que nunca dijiste, aunque no quiera oirla y me pierda en la mentira. Quedáte así te miro mientras dormís e imagino que soñás conmigo. Despertarte con un beso en el hombro y verte sonreir. Quedáte, no te pido más nada. Porque esta vez cuando te vayas, va a ser para siempre...

martes, 9 de diciembre de 2008

Son Risas

La madrugada del domingo me encontró riéndome con un desconocido. Mucha risa y nada de chamuyo. Algunos besos y nada más.
Es que al final es mejor así. Reírse todo el tiempo, jugar, decir que no. Reírse de los nervios, de las ganas. Reírse y besarse. Parar para hacer un chiste. Nada cómo un largo preludio a un perfecto beso. Tomarse de las manos y hacer chistes. Muchos chistes. Y reírse. No saber qué edad tiene, ni a dóndo vive, o que hace de lunes a virnes. Que te corran el pelo de la cara y te digan que sos hermosa y te besen con dulzura. Que está ahí con vos y el resto de la gente le chupa un huevo. Que el resto son pelotudos menos vos. Y creértela y reirte. Y prometer que se van a volver a ver. Y morirse de ganas de que el tiempo no termine nunca.
No sé si nos volveremos a ver. No sé si en una semana se acordará de mí cuando lo llame. No sé si tengo bien su teléfono.
Pera esa noche es mía y no me la quita nadie. Y el hecho de saber que existe gente que te hace reír y que no es pelotuda, me estimula para seguir creyendo que puede no estar tan lejos mi descocido...

sábado, 6 de diciembre de 2008

Día nublado

A veces siento que mi vida es una sucesión dde pasos innecesarios que no conducen a ningún lado. Cambié de rumbo tantas veces y por más segura y plantada en mis decisiones que me crea, siempre hay un día dónde me pregunto si esto conducirá a algún lado efectivamente o si es otro esfuerzo más para dejar huellas en un camino que no conduce a nada. Si es un respiro o la asfixia misma, si realmente podré superarme y aprender y asimilar cosas nuevas o si mi capacidad se limita a tener potencial y vivir para frustrarlo o es que no hay nada más allá de esto.
Cuando se acaban las ideas, cuando vemos algo mínimamente novedoso que jamás se nos ocurriría, cuando nuestra mayor ambición es hacer algo "parecido a", "del estilo de" o "remake" entonces, ¿qué nos queda?. ¿Avanzaremos algún día?.
Entonces trato de evadir, de no pensar, de no tratar de hacer nada que pueda ser impulsivo y que pueda quebrarme. Espero y pienso en otras cosas. Evito, evito ser feliz y ser yo. Escapo de lo que me gusta por temor a hacerlo mal. Reprimo todo y me tiro a no hacer nada, sin siquiera disfrutar del descanso.
Y como me abro mi espacio de tiempo libre, pienso en el, en ellos. Porque es más fácil, porque no depende 100% de mí.
Y me hundo en la tristeza de saber que justo en ese momento que siento que el mundo es más fuerte que yo, justo cuando me dejé vencer y me dediqué a no hacer nada q me haga feliz, justo ahí no tengo ese abrazo y esas palabras de aliento que tanto necesito. y todo, pero todo se vuelve mucho peor...

martes, 2 de diciembre de 2008

No sos vos, soy yo!

David tiene 94 años y por eso mucha vida a cuestas. "Es una muñeca" le dijo a mamá, quién le pidió que me consiguiera un novio. "Si no tiene es porque ella no quiere".

Y creo que tiene un poco de razón. Tampoco estoy para salir a cantar "it´s raining men", pero es verdad que todavía les tengo un poco de miedo.

"Si es preciosa, cuando quiera va a conseguir". Qué bien habla de mí la visión disminuida de un hombre cenenario. Lo que David no sabe es que gracias a las peluquerías, la accesibilidad de los productos "profesionales" para usar en casa, las cirugias, los gimnasios etc, hay mucha competencia.

Y no les puedo mentir...Si hay algo que no me sale, es el chamuyo.
hola-venissiempreabailaraca-dequesignosos-mmmquericoperfume-kenzo?-jajajijij-quesimpático.
Las veces que lo intenté hacer me sentí tan mal conmigo misma que terminé vomitando las 3 cervezas, los 2 tequilas y los 4 gin tonics que había tomado.
Y odiaría estar con alguien al que te lo levantás así.
¿trabajasoestudias?-¿pordóndevivís?-¿dequecuadrosos?
A la simple pregunta de ¿me das tu teléfono? y sacan el suyo, le respondo un automático "si ya tenés uno".
Y salen corriendo. Y claro, no los culpo. Pero me aburren, mucho.
Ellos tiene la suerte de seguir buscando y encontrar a alguien que les calce mejor.
¿pero a mi quién me calza?

Alguien dijo que siempre hay un roto para un descocido...Ahora que estoy literalmente rota, voy a buscar alguno que le falté un botón al grito de "veniii papá que te zurzo todo!"

¿Ah no? ¿Así tampoco?