miércoles, 29 de abril de 2009

Puedo...

Me puedo enamorar, no de tu persona, pero si de tu alma.
Me puedo enamorar de tus risas y de tus lágrimas.
Me puedo enamorar de tus silencios y de tus palabras.
Me puedo enamorar de tu pelo, tu olor o tu aliento.
Me puedo enamorar de tus lunares, de tus codos, de tus uñas.
Me puedo enamorar de tus ideas o tus miedos.

Me podría enamorar del conjunto o de una parte.

Pero me enamoro, no de vos, ni de tus ideas, ni de tus tormentos
No de tu alma ni de tus canciones, no de tus silencios ni tus caricias

No de la luna que me prometiste, ni las estrellas que nombraste por mi.

Me enamoro, si, de la idea de que pueda cambiar todo eso que me hizo enamorarte

Sueño despierta con cortarte las alas y coartarte la libertad.
Sueño con ser la razón por la que abandones todo lo que te hizo grande.

Sueño con que te hundas en una tristeza dónde fuera de mi, no tengas nada.
Sueño con que no te des cuenta que te voy destruyendo de a poco.

Es que lo que me gusta de vos, es lo que te hace indomable.
Entonces sueño con atarte. Sueño con mutilarte la alegría
y convertirte en esclavo de mis días.

Y así, infelices los dos, nos separemos, nos odiemos y nos lastimemos.

Es irónico como lo que me hace enamorarme es lo que mismo que me dice que no me sirve
Y aún así me dejo llevar...
Y te arrastro, hasta que a vos tampoco te sirva.

Y cuando eso cambia, y cuando sirve, me desenamoro, me desencanto, te deslucís.
Y te dejo llevarme,
Y me arrastrás, hasta que a mi tampoco me sirva.

Puedo enamorarme de tu sonrisa, de tus abrazos y de tus besos.
Pero mejor no,
mejor no enamorarse.
Mejor no destruirse.

lunes, 27 de abril de 2009

BASTA

Es muy duro decir "basta". Cuando uno pone muchas esperanzas y proyecta a la par de otra persona es muy doloroso decir "basta". Es difícil entrar en la vida de otra persona, conocer sus marcas en la piel y en el alma, su sueños, sus planes y sus miedos y un buen día poder plantarse frente a todo eso y decir "basta".

Amor, amistad, afecto. Basta. Duele, y duele mucho. No es sólo la simple pérdida, sino la desilución, el fin de la esperanza. El asumir que nada va a cambiar y menos por nosotras, nadie va a cambiar.

Reconocer, asimilar, entender. Dar paso a la lógica que nos explica: "otra vez lo mismo. ¿no te dije que las personas no cambian?", Y entonces nos volvemos racionales y dejamos la pasión de lado. Y nos derrumbamos. Darse cuenta que el hecho de que podamos movilizar a alguien también tiene que ver con levantar nuestra propia autoestima, nos debilita y nos hace creer que si el otro no nos puede ver, entonces no valemos nada.

Pero no, esta vez no. Si en nuestro delirio de Madre Teresa nos dedicamos a auxiliar a ciegos, el error es nuestro al pretender que bajo nuestro cuidado puedan ver de nuevo.

Ahí me levanto. Me concentro y me miro al espejo. Y me voy. No me gusta quedarme mirándome al espejo. No me interesa lo externo. Camino con la frente en alto por haber dado lo mejor de mi. Camino con la frente en alto porque tengo el valor de aceptar lo que no puedo cambiar. Camino con la frente en alto y te digo "BASTA"- Porque yo valgo mucho más que esto, porque yo soy increible.

martes, 14 de abril de 2009

pasó fastix

Ya'sta

(ahora voy por más besos y abrazos)





(...y tirones de pelos)

miércoles, 8 de abril de 2009

Fiestas

Cuando era chica, recuerdo que la primer noche de la pascua judia la pasabamos en casa de mi abuela materna y la segunda en lo de mi abuela paterna. Todos se organizaban de forma tal que siempre veia a primos y tios y abuelos y otros que aparecian.

Siempre la familia me importo 3 carajos. Nunca queria ir a esas reuniones y sólo anhelaba el hígado con cebollita y huevo de mi abuela.

Con el tiempo mis abuelas fueron envejeciendo y mis primos casándose y teniendo hijos y familias ajenas a mi. Y entonces ya nada fue como era. Pase a "festejar", con suerte, una sola noche. Núnca más pasé una fiesta con alguien de mi flia paterno a excepción de mi viejo y mi abuela. Y de la materna creo que a la mitad la deje de ver en este ámbito.

Insisto, me la soban terriblemente. Pero me parece sumamente decadente que ninguna parte siga tratando de integrarse. Que todos hayamos estado tan inflados las pelotas de lo que significa "mantener la tradición" que nadie la mantuvo.

Y es triste.

Honestamente prefiero comer con mis amigas que con ellos. Pero es un primario sentido de la competencia lo que me lleva a redactar estas palabras.

Nuestras reuniones familiares se convirtieron en meras participaciones de invitados extra a las familias ajenas que nos rodean.

Y eso si que me da por las pelotas. Porque la obligación de ver a mi familia me la fumo, pero eso de cumplirla en la casa de fulano o mengano... no.

Y nada, me puse triste.

Porque aparentemente a las familias, solo le importan las familias. Entonces vos, soltera, sentada a la mesa esperando que la comida este buena tenés que sufrir la condena que se te impone: "¿ Y cuando te vas a poner de novia?" "tengo un fulano para vos" "Y como anda tu ex? No lo viste mas?"

Si, la unica esperanza de que vuelva yo a tener contacto con el sexo opuesto es volver con la única persona que -según saben ellos- me prestó 15 minutos de atención.

Y de mi familia eso me lo puedo bancar, o de última mandarlos a la concha de su madre. Pero en la casa de fulano no. Y eso me da por las pelotas.