lunes, 30 de agosto de 2010

Fiesta, que fantástica...

No todo es llanto y sosiego. No todo es tristeza y dolor. No todo es amor no correspondido. Si fuese así, este humilde blog se actualizaría mucho más seguido.

Nos fuimos de fiesta. Con la excusa del cumpleaños de una amiga, dormi todo el día para aguantar de pie toda la noche.

Claramente no es una rutina que me agrade, pero romper con la rutina cada tanto es bueno.

Luego de una previa en forma de salón de "belleza" nos arreglamos y maquillamos para engañar a la gente y que piensen que somos hermosas.
Salimos a la calle, la fiesta era cerca, así que caminamos. Se ve desparramábamos tanta alegría que un grupo de jóvenes desinformados nos preguntó hacia donde íbamos y si podían venir. Para agregarle un poco de acción y suspenso, una amiga fue interceptada por una niña que le reclama su speed. Esto implicó una respuesta negativa y un andar más rápido. Pánico (?). Unos señores mayores (podrías ser mi tio abuelo!!) nos gritaron desde un auto... claramente nuestro target es malísimo. Y lo mejorcito antes de llegar a la fiesta, el grito, intento de piropo, en la calle: "Demasiado jamón para dos huevos". Genial.

Música, luces y acción.

Entramos a la fiesta. Gente, oscuridad y reencuentro. Muuucha gente conocida. o desconocida, pero que alguna vez vimos. Saludándonos todos como si fuéramos amigos del alma, reencuentro. Un toque bajón e incómodo, un toque divertido.

Bailé con varios muchachos. me divertí, me reí con y de ellos. Bailé con mis amigas, parodiamos temas, tratamos de seguir coreografías. Descubrí que tengo dislexia corporal. Bue, no es nada nuevo, pero cada vez estoy más dura. Dije que no iba a tomar alcohol. No paré de robar tragos de cerveza.

Uno de los muchachos se me tiró. Vociferaba "esta fiesta está muy tranquila, que bueno. Igual estaría bueno algo de quilombo" No sé bien a que se refería, pero no paraba de repetirlo. Yo le dije que no entendía. No se supo explicar. Me tiró unos besos en el cachete. Un banana: "estás muy linda, perdón te tiré un beso así, no pude contenerme, soy un tarado". Se ve que la previa funcionó y disfrazarme de minita logró sus frutos: me levanté un "chabón". Por momentos me alejé. El pibe era lindo. Mis amigas decían que era una boluda, que le de para adelante. Me molestaban dos cosas: que esté super abrigado en un lugar que apenas se podía respirar y que me aburra, tanto. A mi gustan los que me hacen reir. Pero bueee, caí ante la insistencia de las chicas. EL se confesó ser histérico, pero decía que yo le llamé la atención. Decidí cumplirle el sueño (ah ella, un día con la autoestima alta y ya estaba en estrellita) Nos besamos. ¿Ya dije que fue un reencuentro con gente de la secundaria? Y así me sentí, como de dieciseis años. No por mi, sino por el. El pibe besaba feo, en un besito de 15 segundos logró que me arda toda la boca. Y no fue por calentura, fue dolor. Punto final. En cuanto pude me alejé de el y volví a pasarla bien con mis amigas.

Fue una buena noche y reafirmé mi elección. Y aclaro: no es de histérica. Pero no quiero estar con alguien sólo porque no tengo a nadie. Si no me cae bien, si no me besa bien, si no me cierra, entonces ¿Para qué?

No tengo ganas de perder el tiempo. No tengo ganas de estar por estar. Sí, la pasé genial. No me arrepiento. Pero tampoco voy a seguir remando algo irremable. A veces es mejor dejarse llevar por la corriente.

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