sábado, 28 de agosto de 2010

¿Cómo te llamás?

En mi grupo cerrado de amigas de hace tiempo hay un nombre que se repite constantemente: PAblo.

Cada una de nosotras compartió sábanas con -a veces más- uno.
Cada vez que nombramos a Pablo hay que aclarar: mi amigo, apellido, ocupación, de dónde lo conocemos.

Cada una va llenándo su vida de Pablos. Sin quererlo, aparece gente y más gente, y que le vas a hacer, es casi imposible hacer una reunión sin un Pablo. Y aunque no lo invitemos, quiza caiga algún colado, amigo de amigo de amigo, que se llame: Pablo.

Y me pregunto, ¿le pasará a todos los grupos lo mismo? ¿Estamos destinados a cruzarnos inexorablemente con todas las personas que se llamen de determinada forma? ¿Todos los grupos tendrán un "nombre" que los persigue?

Algún día un grupo de investigadores de la Universidad de Ohio, nos revelará el acertijo.

2 comentarios:

Tuky dijo...

jajajaja todavía me acuerdo cuando te dije que el problema era por la H: "el problema viene con el Hombre no con el Nombre (por pura ortografía nomás)

Mariann dijo...

sabés que tuky? no entiendo porque me hablas como si YO tuviera problemas con los hombres... ajajajjajajajajjaja

gracias por estar en sintonia. besote