martes, 31 de marzo de 2009

Puertas

A veces es el miedo a estar solo lo que nos hace estar constantemente bsucando algo más. A veces el aburrimiento. LA falta de televisión por cable puede ser muy dañina para nuestra salud emocional.

Y terminamos hablando con las paredes.

Las despedidas también nos dejan así. A veces nos despedimos por odio, por falta de afecto o por cansancio. A veces nos despiden a la fuerza. Todas esas puertas que se cierran en nuestra dejan algo, una enseñanza, una marca. Hay puertas que seguimos golpeando. Hay puertas que mejor trabar por fuera y nunca más volver.

Lo más importante es que toda puerta cerrada nos obliga a recorrer otro camino. Nos fuerza a la aventura de, a veces, desandar lo pisado, y comenzar de nuevo. De nuevo, sí, pero no de cero. Más fuertes de espíritu la búsqueda se tornará más difícil por tener objetivos más exigentes, pero sus resultados serán mucho más dulces.

No somos desahuciadas de puro despecho y resignación. Somos desahuciadas porque todavía tenemos esperanza en encontrar lo que buscamos. Y ahí, poder dar todo lo que tenemos.

2 comentarios:

Tuky dijo...

mmm todo muy lindo, todo muy lindo pero yo soy desahuciada de las que no esperan, ni buscan más.
listo, me arté, "muchachos lo han logrado": basta para mi.

he dicho

Paola Florio dijo...

Y llega un momento en el qeu uno se cansa, se relaja, le chupa un huevo todo y parece que eso los atrae... a mi siempre me resultó ;)