lunes, 27 de abril de 2009

BASTA

Es muy duro decir "basta". Cuando uno pone muchas esperanzas y proyecta a la par de otra persona es muy doloroso decir "basta". Es difícil entrar en la vida de otra persona, conocer sus marcas en la piel y en el alma, su sueños, sus planes y sus miedos y un buen día poder plantarse frente a todo eso y decir "basta".

Amor, amistad, afecto. Basta. Duele, y duele mucho. No es sólo la simple pérdida, sino la desilución, el fin de la esperanza. El asumir que nada va a cambiar y menos por nosotras, nadie va a cambiar.

Reconocer, asimilar, entender. Dar paso a la lógica que nos explica: "otra vez lo mismo. ¿no te dije que las personas no cambian?", Y entonces nos volvemos racionales y dejamos la pasión de lado. Y nos derrumbamos. Darse cuenta que el hecho de que podamos movilizar a alguien también tiene que ver con levantar nuestra propia autoestima, nos debilita y nos hace creer que si el otro no nos puede ver, entonces no valemos nada.

Pero no, esta vez no. Si en nuestro delirio de Madre Teresa nos dedicamos a auxiliar a ciegos, el error es nuestro al pretender que bajo nuestro cuidado puedan ver de nuevo.

Ahí me levanto. Me concentro y me miro al espejo. Y me voy. No me gusta quedarme mirándome al espejo. No me interesa lo externo. Camino con la frente en alto por haber dado lo mejor de mi. Camino con la frente en alto porque tengo el valor de aceptar lo que no puedo cambiar. Camino con la frente en alto y te digo "BASTA"- Porque yo valgo mucho más que esto, porque yo soy increible.

4 comentarios:

Pufla dijo...

Guauuuu!!!
Me pongo de pie y aplaudo!
Fuerza!!

Tuky dijo...

Gracias :)

Guadaesunserextraño dijo...

y basta también para mi:(

Nadus dijo...

Definitivamente somos increbíbles, pero no es tán fácil que el resto se de cuenta...